sábado, 3 de diciembre de 2011

Mirarme a los Ojos

Aún cuando apareces en mis sueños te veo nítido en la realidad. Eterno vislumbro a través de mi ventana cómo la lluvia que golpea los cristales te gusta. Conmueve ese trozo de mi alma que se queda contigo cuando te vas y que, con ansias desea volver a sentir algo de ti.
Camino azul por el sendero que está a tu lado, sin importar las piedras. Las yagas de mis manos se cerraron. Sólo una mirada sutil basta para que en tus ojos logre encontrar aquella paz que tanto anhelas transmitirme. Te amo.
Encuentro en tus ojos como aquellas pupilas mueven de lado a lado en su vaivén las caricias que llegan al alma y que suspiran para que no te vallas. Sentarme afuera del otoño sólo para ver caer las hojas y ver cómo el gris y cobrizo de nuestras pieles nos envuelve llamando la amanecida... aquella que espero sólo para verte sonreír nuevamente a mi lado. Te abrazo fuerte.
Sólo una mirada basta para que mis sentimientos se queden clavados en tu corazón, bombardeando intensas lluvias de anochecer sobre tu pecho que cada mañana recordarás haber sentido desde mi corazón. Te amo.
Instinto de seguirte los pasos, dejando marcadas las huellas en la nieve. Susurra el viento cuanto es el deseo de estar contigo frente al abismo del destino. Una vez más mi cuerpo se desvanece de la inútil realidad para llegar hasta la esencia del alma: tu y yo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Dos Almas


Y de las sombras surgen dos almas que se miran. Se observan y se tocan. Apogeo de sensaciones y curiosidad en la mirada.

Se sonríen.
Ríen a carcajadas.

Sentía un alma el cosquilleo incesante en su ilusión. La sonrisa se acentuaba.
La otra alma reía con ella. Esta era de color blanco.

Encima del cielo hacía correr el lecho de un río caudaloso, que bañaba con sus aguas los cabellos del alma blanca. La otra alma es negra, pero buena. El color negro es bueno, pues es la noche la que nos ayuda a dormir entre medio de primaveras que bailan silenciosas.

Corre una brisa y las almas tiritan de frío; pero no les afecta, pues se abrazan.
Las estrellas se caen sobre ellas, asechando con ella la oscuridad inminente. Cierran sus ojos con las manitos entrelazadas, sobrecogidos por su deseo de vivir.

El alma negra viste al alma blanca con una seda que caía desde las estrellas; la cubre del frío de la noche y ambas se miran. Hay brillo en sus ojitos mojados de emoción. El alma blanca le susurra canciones que en antaño solían dormir a las bestias. Ahora ellas están juntas y acurrucadas viendo como las estrellas titilan en el silencio.

El alma blanca besa al alma negra.

Y mañana saldrá el sol en lo alto, vigilante que acompaña a dos almas que caminan juntas de la mano.




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viernes, 11 de noviembre de 2011

Vestida de Blanco

Cuando siento a los pájaros, en su trinar, me entristece no poder cantar. No poder reír. No poder sentir que de verdad quisiera que el mundo dejara de hacer girar mi vida... tan sólo un momento, ¡por Dios! tan sólo un momento.

Ya no hay pasado siquiera que pisar; pues mi presente fue cambiado, y ya no hay vuelta atrás. Sólo miro hacia adelante con la esperanza de volver a sentir los rallos del sol sobre mis alas rotas; que el tiempo rebelde ha ajado con la torpeza con la que me han tratado las horas en las que no estoy en casa.

La fuerza para reír se me atragantó cuando aceleré bruscamente el ritmo del latido de mi corazón; y desde ahí ya no soy la misma... desde ahí que recojo a rastras las migajas de vida pasada, que intento pegar de nuevo encima de mi piel gris... pero ya es muy tarde; es muy tarde para retrasar el reloj que marca mis horas encima de una vida senil en cuerpo de niña. Absorta de leerle cuentos al destino y de falsificar las firmas que creía me llevarían a la gloria... Ahora sólo quiero respirar un poco de aquel aire azul que emanaba de la gracia con la que solía bailar.

Pero la sensación se ha ido.

Sólo me queda vestirme de blanco una vez más para retratar al pasado con mis pupilas dilatadas de tanto llorar, deseándole al destino el feliz paso por el universo tan acongojado de tenerme viviendo junto a él.

viernes, 28 de octubre de 2011

Me encontraste

Si tan solo respirar no fuera una proeza que reprime mi alma, quemando mi fuero interno con flamas de recuerdos. Si tan solo el tiempo que ha pasado fueran años... y no días que han hecho de mi existencia un paraíso se convirtiera en delicado suspiro, añorado por tanto tiempo. No es imposible que aparezcas e ingreses en mis sueños sólo para venir a contarme cómo se vive en tu país adoquinado de color; te miro a los ojos encontrando en ellos el brillo que me hacía palpitar el corazón rebelde de amor, encuentro la mirada dulce que llora los cánticos de antaño que mil primaveras hicieron volar de mi cuerpo inerte; más bien tú los trajiste con vida mintiéndole al tiempo. Abrázame fuerte.
Ver las estrellas imaginando el mundo tan grande y estúpido, cansado del hombre, cansado de la mentira y del egoísmo del alma. Tan solo con una sonrisa lo transformas a un re menor que canta contigo la dulce melodía de la paz. Me encontraste... aquello que añoré desde el día en que la tierra se incendió. Me encontraste acurrucada entre las cenizas de un pasado oculto y sin sueños de amanecer. Me encontraste, tibio rostro sincero. Me encontraron tus ojos que me miran desde lo alto, y ahora que te tengo te abrazo para que jamás vueles por otras primaveras que no sea la nuestra que baila el mundo al son de nuestros corazones.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ya te fuiste...

Ya nada es lo mismo ahora que mis sentimientos se fueron de vacaciones. Ahora que ya te fuiste y que no volverán a existir voces en mi oido... ni frases sin sentido ni tampoco seres humanos capaces de vivir junto conmigo en un mundo artificial. Las cosas se fueron diluyendo; se me fueron como agua entre los dedos; escapando siempre y huyendo cobarde. El miedo es inminente y sólo me queda refugiarme entre aquellos árboles deshojados que llamo el adiós de los muertos. ¿Porqué la soledad? Te fuiste.
Te fuiste... y una vez más te fuiste.
Valor.
¿Cómo se comporta el miedo a la soledad?
Se traiciona solo mi corazón; carcomido de recuerdos y mil confusiones. Yo te amaba tal cual era en la utopía; en los sueños eternos en dónde solías pasearte por semanas buscando mi alma. Ya te fuiste.
Quemando papeles entre fogatas medio muertas. El corazón me lo arrancaste por mera cobardía. Ahora tengo amistades que aparecen desde los resquicios de cenizas y sin saber me he metido otra vez en el error más grande: haberte conocido. Tu quisiste mirarme a los ojos aquella noche de lluvia infinita; yo accedí... pero ahora la soledad me hace recoger los restos de tu adiós; por la cobardía... ya te fuiste. Triste mi alma que ahora deambula sola, incapaz de saciar aquella sed de algo que ni siquiera sé como mierda se llama; enclaustrada entre mis mayores anhelos; se llama amor... lo que jamás encontraré entre los mortales. Euforia cerebral y cortocircuito en mis neuronas. Culpable es como me siento queriendo recordar cuantas veces me abrazaste diciéndome que todo era presente; presente que quiero retener en mi corazón, pero que arrancaste otra vez en indiferencia... al irte.
¡Quédate! Tan solo un soplo de viento nocturno... una vez más... convénceme de que es tan solo un sueño y que de nuevo despertaré a tu lado. Creo que ya no me lo darás ¿cierto?
No sé que te hice para que te hayas ido. Tan sólo un suspiro sale desde mis entrañas reclamando un pasado que jamás será futuro, entre marañas de confusiones. Pero entre todas aquellas confusiones ya sólo sé una cosa: quiero morir pensando que el amor existe, aunque sea lo último que me deje este esmero de carta guardada bajo mi brazo; y que no quieres leer por miedo al rechazo fúnebre del adiós.
Mírame a los ojos y sólo dime que fue un juego, para que ya no sufra más la herida que dejaste clavada con euforia en mi cuerpo mallugado de heridas sangrantes de malos recuerdos. Dime que fue un experimento fallido. Dime que el mirarme a los ojos te da miedo. Dime que ya no importo. Dime que puedes dejar caer la última botella solo. Y dime que ya no me amas y que no te acuerdas de mi ni en sueños.
Dime que ya no me amas.
Dime que ya te fuiste.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Mirar por la Ventana

Sueño con un par de luceros que se abren impacientes de verme despertar. Anhelo porque me sonrían vivaces; anhelo para que tu aliento se llene de aromas y dulzuras mañaneras, diciéndole a la ventana abierta que el empezar a vivir es contigo. El saber que tu mano está junto a la mía incluso antes del amanecer, cuando el camino era oscuro y temblaba mi piel de frío. Tiemblo, pero es porque mi corazón te busca todas las mañanas para encontrar un sesgo de tu piel que me diga que las horas contigo son eternas y que sólo basta una mirada iluminada para saber que hay algo de tí que me permita asirme para no soltarte jamás... Tomaré tu mano precisa y, acariciando las estrellas, miraremos el horizonte que lejano nos mira bordear la senda del mutuo sonreír; pintando el futuro con brillantes colores de hermosa cultura pastel.

sábado, 1 de octubre de 2011

Espera


Voces en mi cabeza, destruyéndole... lentamente. Fue hace tanto el tiempo metafórico desde la última vez en que escuché a tus labios pronunciar el adiós, ese que en este momento siento desgarrar lo poco que me queda del cuerpo. Torturando mi alma y desgarrando el sentido que me permite sobrevivir entre los mortales. Sintiendo la espesura de aquellas palabras a través de mi sangre; fluyendo viva y eterna... es como si los movimientos de nuestros cuerpos se hubieran detenido y el tiempo los tocara lentamente a cada paso del reloj... a cada segundo que queda para volver a ver brillar tus ojos. Pensar; simplemente imaginar que cada lágrima derramada se convierte en un pedacito de ti, que anhela sucumbir ante la madrugada llena de suspiros, en donde intercambiamos almas... aquella que recuerdo cuando mi cuerpo deja de ser materia y se convierte en vida.
La espera es larga.
La espera mata.
La espera sólo hace que las ansias por correr sean mayores.
La espera es lo que hace que pacientemente siga los rumbos que la vida me dejó escritas una mañana de septiembre sobre el diván... Recopilando los trozos de recuerdos que me guiaron hasta ti... una mañana de octubre en la que ya sólo queda cerrar los ojos para imaginar nuestro amanecer que cada día está más próximo.
Simple y llano... eres tú quien invoca a mi presencia que deambula liviana por las esencias de la vida. Pero a cada paso siento cercana tu voz; carrera de nunca acabar: sólo hasta sentir que nuevamente tus labios se unen con los míos en un beso azucarado por el azul de nuestro cielo.

martes, 13 de septiembre de 2011

Fénix

Nacer de nuevo... desde las cenizas como un fénix. Desde un nuevo comienzo que me dejaron tus labios plasmado desde que te vi por última vez. Recordando el instante es que mi corazón de fria aurora se congelaba al ver que te acercabas con una sonrisa nerviosa e incierta. Te conozco... quiero estar ahi cuando tus labios se acerquen a los mios y murmurar en tu oido las cosas que el mar habla de ti; con ese sonido que juega con mis cabellos radiantes entre tus dedos. Queriendo volar y encontrarme al sol de frente que me dice que el amanecer está próximo y somos los principales expectadores.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Recuerdos de Botella Azul


Y cómo poder llorar por ti y para ti… Si el alma se me escapa en un hilo y no recuerdo el sueño tardío con el que bañaste mi noche. No recuerdo el azul del día con el que me dejaste durmiendo el sueño eteno de un adiós a ojos cerrados, con una botella vacía aun en mano. Ebrio de tristeza me dejaste llorando. Mimo mi consuelo por no saber si es tuyo o mío. Recorro las calles lluviosas buscando respuestas que la humillación me quitó sabiendo que mi alma es frágil y que mi corazón vuela como ceniza de mi corazón deshojado… Si ya no sé qué nombre le pusimos al amar, cuando mi corazón cae quebrado por tu ausencia austera, y por eso lloro; lloro porque me quedan tantas lágrimas que si nuestro amor fuera infinito yo lloraría hasta secar el atlántico; lloro porque mi cuerpo me desafía a estar otro día más sin dormir… y lloro porque si pudiera, te tendría conmigo hasta la eternidad. De enamorada y ebria ya que me queda todo mi cuerpo, ya desalentando mis ganas de ponerme de pie a dar el paso primero antes de irme por aquella puerta entornada que anoche dejaste abierta. Lloro frente al fantasma de lo que fueron sombras tuyas en un ayer escaso de recuerdos y rico en sentimientos encontrados, que llenaron el amargo vacío de mi corazón con tus besos que ya no son besos, sino utopías que tan lejanas veo cuando a mi memoria tu rostro ya poco a poco falla… se destiñe la fotografía de tu cuerpo sobre la sábana blanca. Se sobrecoge mi sentimiento al recordar que sólo una vez fuiste tú quien me dio nada y a la vez todo para vivir y ser feliz. El llanto que inundó mi alma fue el culpable de no poder estar consciente para irme lejos… para llegar a ser tu carta de renuncia porque no quiero irme; porque fue un adiós del que no te acordarás mañana, y porque ruego a Dios que mañana por la mañana despierte envuelta en tus brazos y todo haya sido un mal sueño. Simple, mágico, cómo tu sonrisa que me dedicas y no te das cuenta que para mí es el espejo de lo que sientes por mí. Como recordar el pasado que es amago y el futuro que es incierto; en el presente ruego por que estés sólo un día más en mi memoria, sólo para poder recordar todo lo que te amo y todo lo que daría por ello.

Recorro hasta el último vacío recopilando los restos de nuestro amor, pedazo a pedazo; como consumido después de una guerra en la cual ambos ganamos los orgasmos que nos emboban la mente y nos engañan el alma. Consumiendo hasta el último tabaco de ternura que nos llevábamos como desayuno a la cama de nuestra eterna primavera; queriendo que el tiempo fuera eterno y los minutos pasaran como ancianos con bastón; para así no olvidarme jamás de tus historias que me llevaban a la risa cómica y simpática que era ayer… esa que recuerdo con la nostalgia de que un día fui feliz y fue contigo. Recorro el recuerdo de tu voz tenor en mi oído, suplicándole a mi fuero que sea incapaz de irme lejos… quizá ya nada vale más la pena que haber estado contigo sólo porque quería hacerte a ti y a mi felices. Pero mientras más pienso en ti, más se aporrean mis neuronas tratando de reemplazar a mi corazón, que se ha quedado contigo; tras esa puerta cerrada de películas en cine europeo, de las que sólo entendía porque el idioma universal del amor no habla con palabras. Porque a pesar de no tener sueño dormía a tu lado sólo para ver tus ojos cerrados y tu sonrisa débil que me incitaba a besarte con todo o sin sentido.

Si ya no vale la pena; si tus labios pronunciaron un quiebre al azul de la noche oscura; si ya nada vale la pena porque no podemos sufrir una distancia ficticia que en una pared de hierro nos intimida tanto… por qué no mejor volver a intentar una vez más el no querer irme para siempre por la puerta entornada; aquella puerta que se asemeja más a tus abrazos que a los goznes de mi deseo a huir con desespero de las leyes humanas. Sólo con tu voz me quedo durmiendo en valles nevados que se parecen al sueño viril de la eternidad a tu lado. Es porque la ilusión de tenerte es tan grande como mis ganas de llorar por esa ausencia austera. Quiero llorar porque ya no me quedan lágrimas. Quiero llorar porque no me aguanto la angustia de saber que a tu lado era tan feliz; que podíamos haber vencido el miedo a morir sólo con un beso que apasionado nos hubiera dejado ser uno los dos. Para siempre. Y aunque el tiempo desgaste los husos con el que hilábamos día a día el sentir, nada detendrá el paso del tiempo que vuelve cada vez más joven nuestra noche azulada de ti; que me dijo con una botella vacía que solo bastaba estar un poco más cerca tus ojos de los míos para ser feliz.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Jamás se hizo...


Pasar frente a tus ojos ignorando tu mirar abismático, como si quisieras venir a formar parte de mi. Intercambio de respiraciones que no llegaron a juntarse y el tiempo me dice que es tarde. Traspaso de sensaciones que jamás existieron y bebiendo el vino que nunca se sirvió en su copa, la levanté en alto para hacer un salud a tu honor macabro. Es que ya nadie me avisa que la navidad se fue coriendo y llegué con el asma salpicado en rabia sólo para ver como corrías sin detenerte. Espasmos. Nuevas intenciones nacen de las semillas mal sembradas. Cautivadora sonrisa y con aquella génesis me alejo rengueando amores tardíos y súbitos. Sólo sabré hasta qué punto sonreír cuando aquella mirada imite mis sentidos y se mimetice con mi ser... tardes enteras mirando un punto ciego, sólo para ver el tiempo pasar con sus minutos a la rastra queriendo decirme que aún me falta el universo por vivir.

domingo, 28 de agosto de 2011

Claro de Luna




Una luna llena. Luz a través de ventanas nodrizas de un amor.
Una vez lo observo; pupilas clavadas en mi sombra que emite la palidez cromática de una noche clara... que para mi cuerpo es suave lluvia. Un abrazo que cubre el frío emanado del nervioso clamor de las ansias; temo, pero no es tan fuerte como las ganas de estar contigo. Una mirada nuevamente me toma la mano a seguir; seguir por tu senda, caminar hacia lo desconocido y cálido de tu ser; que me deja el corazón armado de latidos rápidos y hermosos... cabalgan como suaves cascos de corceles hacia tí... mis manos toman las tuyas suaves. Te adoro. Ven conmigo, la oscuridad se entorna en nuestra unión sin dejar de murmurar tu nombre, sin dejar de emitir suave resplandor... sin dejar que quererte y sin dejar de abrazarnos. Es el destino? es simple admiración a la curiosidad? No. Eres tu, que estás conmigo.

domingo, 21 de agosto de 2011

Lamentos de Luna

Agua saltarina que emana desde tu esencia. Lamento lejano que emite una espora sensorial, y que inspira a un mañana que se denota a tu alrededor santa euforia. Decirme cuánto cuesta el sentir... cuánto cuesta el amanecer de tu alma, puesto que aun no logro entender qué cosa se mete en tu mente cuando me miras. Cuando ves en mis ojos la plenitud de tu estancia y la sencillez de tus iris mirándome a través del café dominante. Tal vez la luna. Tal vez la noche me dice que insinúas tu aliento cálido que se derrite con sólo una frase... te extraño...

miércoles, 17 de agosto de 2011

Canto Apocalíptico


Tener la capacidad de creer en la realidad y que cada centésima parte de mi cuerpo golpea mi sinapsis tardía, como un sonido abstracto sacado de la virtualidad de tu mente. Nada que lo que mi alma diga será comparado con la capacidad gigabática de tu corazón enclaustrado en monocromía y aislado para convertirse en piedra. No alcanza para tí, ni tiene cabida el corazón blando, rojo y tibio, que puedes tocar con tu mano sin hacerle daño. Sólo tus frías manos delatan que el viento te ha dejado sordo de palabras, que cruzan implacables y no te dejan respirar. Ahógate simple y placentero en maromas que opacan tus ojos enraizados e inherentes. Desaparece destiñendo el vaho que dejas junto a la bruma de tu canto apocalíptico y brutal; que se hace llamar voz y tenor. Tal vez sólo haga falta que caigas al suelo sintiendo el puñal de mi voz, que espero puedas sostener mientras tu mano se aferra a tu vida... ya no podré ayudarte, fue en vano y ganaste sólo el desprecio de un corazón infernal y cálido como el mio.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Noche de Suave Lluvia Temblorosa


No se si el hilo de mi voz se corta como el lecho de un río acaudalado... como se quiebra la tuya cuando me hablas. Lo sé y las cosas son imposibles de predecir, no puedes ocultar para siempre el crepitar de la flama que a gritos sueña con un amanecer de verdad; con hacer de la utopía una realidad... con hacer de un sueño una verdad.
Sin embargo estoica me siento en mi cama, recogiendo recuerdos soslayados por monedas que rodaban ausentes de sensaciones, cayendo como lágrimas embaucadas; queriendo recordar un amor lejano que se fue con tu voz apagada y la sensación de un paraíso inconcluso... quizá Dios lo hizo en menos días (...) Pasar por mi lecho sintiendo el suicidio de mi alma, convirtiendo la suave lluvia en noche nublada, que para siempre será un misterio nocturno.
Quisiera que el color de tu alma notara el azul de la mía, para que por una vez sintieras los deseos de hablarle... sueño con el momento en que tus alas vuelen incansables y que el siniestro sentimiento de calor desaparezca para que tus ojos logren ver con el verde de tu alma... incansable por descubrir que primavera hay detrás de mi iris sinuoso de curvas bucólicas.

martes, 2 de agosto de 2011

Primavera, Aguardo a por ti


Y es que cuando las agujas del reloj avanzan al revés y los segundos parecen carcomidos por el nefasto tiempo que añoré que jamás terminaría me encuentro mordiendo mi propio polvo. Como queriendo decir que ya me cansé, que simplemente mi imaginación tocó límites y ya no quiero seguir viviendo de las ilusiones. Quiero volar e imaginarme que cada pensamiento se posó efímero como mariposa sobre tu piel, sólo para ver cómo tu sonrisa nunca se fue... pero no sé como será la realidad después del abismo impenetrable de tu mente. Sueño con ver un rostro con matices verdes brillantes que se animen a una felicidad sin lucro y sin maquillaje; a un colorido mañana que no mire el ayer de polvo gris, pero aún así sólo el tiempo dirá cuanto me encontraré tras la verja de la desilusión.
Quizá sólo hasta que los cristales brillantes cesen de bajar hasta mis mejillas recobre el sentido de hacer latir mi corazón a cada segundo que pasa para hacerlo volver a palpitar por alguna razón... sólo espero haberla encontrado. Es que son las hojas que caen que delatan lo viejo del mundo y lo frio del invierno. Que vuelva la primavera esplendorosa que traerá pronto el trinar de tu voz, que aguarda tibia en mi memoria... Para que mi vida vuelva a encontrar el rumbo hacia el horizonte de lo desconocido

miércoles, 4 de mayo de 2011

Apúrate


Saber que es verdad, es obvio que amarte es para mí, sintiendo temor de que llegue la noche, sabiendo que tus labios se escapan de mí en aquel último beso de adiós; sintiendo mi mañana blanca enmarañada de recuerdos de un azul profundo lleno de tus caricias, que besaban mi corazón como sutil pétalo de rosa... cambiando hasta el ritmo de mi latir por una melodía alegre... que combina con el bailar de mi alma.

Apúrate! que mis besos se caen a pedazos.
Corre! que mis cristales lloran sin poder ver tu rostro; que quedé ciega de tanto amor.
Sólo ven... verte bastará para que mi corazón sea feliz de nuevo.

Mi amor de mis mil días bajo la luna oscura, incesante, que encandila mis ojos bajo el brillar de los tuyos. Me guías, me susurras, me besas. Apúrate, o mi corazón se irá contigo...

martes, 15 de marzo de 2011

Llueve mi Corazón


Aún siento el cálido beso que dejaste enamorado de tus labios. Unos labios ávido de amor y sencillez. Nuestro amor es sencillo, casi pobre: sólo basta la unión de nuestros corazones para que funcione con aquel haz de energía ciberatómica y electronáutica que jamás nadie tendrá más que solo nosotros; dos seres que se encuentran en el mundo con el complemento ideal. Y a la vez la sincronía de ambos elementos nos hace únicos e irrepetibles; somo la vida.
Te amo, y mientras más lo repito más siento que te necesito, ahora que te marchaste y mi corazón se quedó contigo... esperando encontrar a la dueña para así volver a ser feliz; se enfría de pensar que se encuentra solo, sin el calor de tu cuerpo muelle y cálido...
Mi alma llueve, pero a pesar de todo mi mente es estática, como un sol ingrávido, tratando de hacer que mi cuerpo funcione como si nada ocurriera y el pasar del tiempo fuera sólo como brisa copiosa que perturba mi lento caminar a través de los minutos, minutos que dejan mi corazón cada vez mas lejos del tuyo.
Ahora que no te tengo llueve. Llueve mi corazón.

sábado, 5 de marzo de 2011

Prohibido Recordar


Estas son las ocasiones en que mis neuronas producen una sinapsis tardía y llena de profundas trancas. Cómo no recordar... es imposible no hacerlo. Pero a la vez es imposible olvidar.

La cantidad de cosas guarecidas en mi corazón se acurrucan guardándole respeto a mi mente, cobijándose como queriendo cinicamente decirle a mi alma que ya no existen, venciendo siempre mi miedo a los demás. Ese miedo intranquilo que a su vez no posee puntos aparte, por lo que no me deja respirar.

No puedo no ocultar lo que escribo, siendo mi lengua versátil como serpiente, mis palabras escritas se desvanecen como agua entre mis dedos delgados e inútiles con la palabra. Desearía expresarle a mi silencio que es una tortura, pero a la vez no imagino una vida sin secretos. Quizás sólo basta seguir aguantando para siempre esta tortura de lamentos insólita, que me desgarra el corazón en pedazos. Siempre el mismo miedo absurdo a hablar. Si bien la palabra es sabia la mía aún no ha encontrado aquel silabario mágico que le enseñe a vivir. Me quedo corta con frases inconexas; me desgarro al hilo de las voces ajenas; se disipan mis tediosos días en la tierra al caminar sola en este sendero de llagas... Tengo miedo.

Tengo miedo...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Si así fuera el Lenguaje...


Bienvenido al mundo del dolor y el sufrimiento, en dónde los árboles cazan perdices, en dónde el río llora por la sangre de los salmones y el cielo se derrite por el calor del sol abrasador del verano infernal...

Bienvenido al mundo en el que el olor del vino sabe a canción, y en dónde miles de voces corean un color morado pálido, parecido al verde del invierno sureño... Absurda la mente que disfraza las palabras... el lenguaje dirá muchas cosas que riman, que inconexan y que estorban; más nada me impedirá decir que desde el cielo caen girasoles rosados a bailar la danza de la sátira. Es estúpido que el mar huela a rosas, mientras que si es así jamás el mundo será feliz y tendré que conformarme con una vida inútil y escasa de sueños.

¿Por qué no volar?

Si el cielo está tan cerca...

Desearía decir que existe el viento frágil y que no arrastra al caminante. Desearía decir que el hambre se convierte en risa; así todo África reirá de alegría, mientras el mundo llorará de saciedad...

¿Por qué no está el Sur arriba? quizá de esa forma los pingüinos aprendan inglés...

Pero...

Por eso existe el mundo, para vivir y para observar al que vive; ¡que no nos gane la política y el frío del invierno!

viernes, 21 de enero de 2011

Quisiera




Quisiera que mi vida ya estuviera explorada, para así no tener que perder el tiempo tratando de esconder mi estupidez y mi falta de tino. Quiero, quiero y quiero... hay tantas cosas que quiero y millones que no... quisiera que no haga falta un reloj que me marque las horas y minutos que seguiré existiendo, quisiera que el mundo gire al revés, quisiera que no existiera el mar, la mantequilla, ni el azúcar, ni el frío, ni los gatos, los pájaros, perdedores, traiciones, perdones, euforia, tristeza, soledad ni rencores...
Pero si todo esto fuera así no tendría uno que luchar por ser feliz... Quizá es una palabra demasiado sencilla, simple y corta, pero el significado es tan global que parece frívolo al tacto... Esboza mi falta de conciencia: delata mi superficialidad hacia las cosas difíciles...
Estoy cansada de decidir por mi coraza; quiero decidir por mi interior, que reclama a gritos por un poco de atención.
Hace tanto tiempo que no siento iniciativa de nada; quizá caeré en el cuento de que me lleve la corriente a todos lados; con un rumbo definido, pero a la vez ninguno; queriendo respirar los segundos que lleva mi vida esperando ser feliz.