sábado, 5 de marzo de 2011

Prohibido Recordar


Estas son las ocasiones en que mis neuronas producen una sinapsis tardía y llena de profundas trancas. Cómo no recordar... es imposible no hacerlo. Pero a la vez es imposible olvidar.

La cantidad de cosas guarecidas en mi corazón se acurrucan guardándole respeto a mi mente, cobijándose como queriendo cinicamente decirle a mi alma que ya no existen, venciendo siempre mi miedo a los demás. Ese miedo intranquilo que a su vez no posee puntos aparte, por lo que no me deja respirar.

No puedo no ocultar lo que escribo, siendo mi lengua versátil como serpiente, mis palabras escritas se desvanecen como agua entre mis dedos delgados e inútiles con la palabra. Desearía expresarle a mi silencio que es una tortura, pero a la vez no imagino una vida sin secretos. Quizás sólo basta seguir aguantando para siempre esta tortura de lamentos insólita, que me desgarra el corazón en pedazos. Siempre el mismo miedo absurdo a hablar. Si bien la palabra es sabia la mía aún no ha encontrado aquel silabario mágico que le enseñe a vivir. Me quedo corta con frases inconexas; me desgarro al hilo de las voces ajenas; se disipan mis tediosos días en la tierra al caminar sola en este sendero de llagas... Tengo miedo.

Tengo miedo...

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