sábado, 14 de agosto de 2010

Super, ficial...


Hoy creo que soy capaz de dar un discurso acerca de la superficialidad.
Cuando era chica mi papá me decía que era frívola, y con el paso del tiempo pensé en buscar esa palabra en el diccionario (lo que jamás pasó :O), pero con el tiempo supe la respuesta y comencé a darme cuenta de que los niños siempre son frívolos, superficiales.
Si, quizá fui superficial, pero esto sólo existe cuando uno no se siente a gusto consigo mísmo. Ser superficial es aparentar lo que no se es y hacer cosas que no gustan por agradar a los demás... Creí eso por muchos años. Quizá sólo hasta hoy me dí cuenta de que vivir con una máscara era lo peor que le podía hacer a mi alma... y a mí por sobre todas las cosas, que actuaba a raíz de las cosas que me sucedían, pero sólo a través de otras personas.

Cambiar la forma de ser, adquirir nuevos hábitos, pero buenos y que sean cosas que nos identifiquen son la clave del alma. La mente se encuentra a gusto cuando hace cosas que le agradan... me agrada escribir las cosas que me da miedo darme cuenta, pero a la vez sé que esto me sirve para dar un paso hacia adelante y decirme a mi corazón que estoy segura de que soy felíz... y siempre feliz.

Quizá sólo hace poco que le encontré sentido a mis propias palabras y comencé a construír mi vida, vida con la cuál "vivo" y a costa de mi propio ser. Si estoy en condiciones de decir que me quité la máscara de la superficialidad es porque ahora quité de mí todos los acuerdos que me impedían ser felíz... mi único acuerdo de ahora en adelante fué, sólo hace un año, de ser como soy, sin ataduras, y si alguien no me acepta sólo es por que no se acepta así mísmo.

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