Siempre he pensado que la mente es y será un misterio ininteligible para el hombre. Son tantas las cosas que puedo decir... pero millones las que puedo pensar; tal vez infinitas.
Si me pusiera a calcular la cantidad de gigabytes que almacena mi cabeza pequeña e inútil tan vez no termite jamás... me pillaría el 2010.
La mente es brillante, tan frágil y tan sutil... brutal y a la vez poderosa.
Capaz de emitir una fuerza tan poderosa como la persuasión. Quizá el mayor poder que posee. Cuando una amiga de la U me dijo que estaba gorda mi vida cambió en un giro radical! Tal fueron el poder de sus palabras que bajé de peso de manera increíble... la weá parecía magia salida del mas allá... una weá muy freak... bueno, la mente es bien freak. Mi mente sobretodo que recibió aquella información como un virus atómico computacional, de aquellos que incluso dan risa... no dañan, pero ahí están cateteando que formatees la pc.
Inútil cabeza la que no oye. A veces la mía tampoco lo hace.
Vientos voráces circulan a través de mil sentidos... no sólo cinco; a veces pienso que mínimo son cien... y el sentido del humor? y el sentido de la orientación? el de la rabia? dicha? gozo? pena? ira? felicidad? atrocidad? abismante atrocidad...
Aquellos permiten magia dentro de mi mente. Alteran la realidad, la naturaleza, y cada vez que pienso algo siento que el mundo se confabula hacia una mísma idea: el poder de la mente.
Venerable y a la vez estúpida.
Estúpida por que también tengo malos pensamientos... se realizan también. Quizá no sea la mejor idea.
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