domingo, 12 de diciembre de 2010

La Canción que aún no se ha cantado.


Palabras cruzadas en el tiempo y espacio, pero que jamás se concretan. Llueven indirectas, pero jamás las palabras se vuelven concretas. Necesito un espacio para guardar tu voz... un lugar donde no se me olvide tu rostro, y otro donde recuerde el porqué se esta situación.
Cansada de cansarme, momentos que no lo son, sino situaciones absurdas en las que quisiera meterme dentro de una maleta y viajar tan lejos sea posible...
No conozco mi libertad mental, a veces se me ocurren mil formas de cambiarlo, pero mientras más creo que puede ser así, menos posibilidades existen y el tiempo corre como la chispa incesante de la dinamita; absorta de pensamientos impuros y maliciosos, como si obligasen al mundo a cambiar su suave color azul por un rojo intenso lleno de furor y ardiente furia.
Jamás se cansa, de eso estoy segura... Cómo mierda hacerle entender! atrapada entre la espada y la pared... esa misma espada que me diriges al atacarme, mientras que la pared, en lugar de protegerme me limita y deja sin espacio... quitándome mi libertad.
Otra vez entre espinas de rosas rojas... tan bellas a la vista, pero tan horribles al suave tacto de mi mano malherida de ellas... malherida de falsedades que jamás saldrán a la luz... mordida por pensamientos y mutilada por la verdad que me sigue incesante a cada rincón de mi cuerpo. Pero no puedo delatarme... Soy una hoja en blanco, una pared sin pintar, un barco sin dueño... un sueño sin cumplir.
Sólo quiero dormir, dormir y despertar cuando todo haya acabado... dejarle el trabajo al tiempo que se encargue de reparar las cosas invisibles que deja el amor; heridas abiertas y mal cosidas... cuando llegue el momento del olvido se cantarán canciones amargas, pero alegres, con suaves melodías que clamen la gloria, y aunque en sus letras cuentes historias épicas de dolor y desamor; su mensaje interno de alegría dejará atrás la prosa moribunda de un pasado tormentoso y de sutil amargo.

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